Los japoneses, agricultores y pescadores de hábitos vegetarianos, casi siempre se alimentaron con verduras, hervidas y fermentadas, a la vez que con abundante pescado. Los brotes de soja, base de numerosos platos, aportan las indispensables proteínas cuando el pescado y los otros frutos de mar escasean. Algunos platos, como por ejemplo el buey “sukyaki”, el cerdo “tonkatsu” o bien el pollo “tyriyaki”; que hoy se consideran expresiones típicas de la cocina japonesa, en realidad se remontan a un pasado reciente de influencia portuguesa. Más nuevo aún es el "arroz al curry" y otros "regalos" de Occidente y de Oriente que la cocina diaria de los japoneses ha adoptado.
De China llegaron los palillos y la salsa de soya y, en el siglo XIII apareció el budismo Zen, religión basada en una estricta cocina vegetariana y que prevaleció más o menos hasta los siglos XIX y XX cuando la influencia de Occidente en general, y de Francia en particular, dio popularidad a los platos de carne y pescado. De Portugal en el siglo XVII, llegaron, a parte de los mencionados, los fritos y buñuelos, que los japoneses adoptaron, lo que dio origen al “tempura”.
Todos aquellos que prueban el verdadero tempura alaban su suavidad. Es la fritura a la manera japonesa. El nombre deriva de tempora, nombre que los nipones oían pronunciar a los navegantes portugueses, los únicos europeos con los que tenían cierto trato en los siglos pasados. La vieja receta de los marineros portugueses se ha convertido en un plato en verdad refinado que transforma gambas y verduras, cortadas con minucia oriental, en deliciosos buñuelos. El hecho de que la preparación sea de las más livianas, aun siendo un frito, se debe al empleo de aceites muy refinados y a la perfección con la que se amalgama la pasta. También la salsa, bien equilibrada entre lo agrio y lo dulce, es agradable aun para los estómagos delicados.
La comida japonesa es de elegante sencillez. Se caracteriza por sus sabores naturales y por su empeño en utilizar productos frescos, que es lo que se denomina “kisetsukan”. Las amas de casa buscan en los mercados frutas y verduras, pescado y aves cuando es la época adecuada, ya que creen firmemente que es entonces cuando los productos son mejores, hay platos de fideos de verano, deliciosamente refrescantes.
Los métodos de cocción y la bonita presentación que ofrecen en cuencos o en fuentes rectangulares, realzan las cualidades naturales de los ingredientes. Los japoneses demuestran igualmente su gusto artístico en la cocina. Si un oficiante japonés desea rallar rábanos grandes de color blanco, que llaman “daikon”, junto con guindilla roja seca, hará un orificio en el centro del rábano con un palillo y lo rellenará de guindilla. De esta forma rallará ambos al tiempo. El rojo y el blanco juntos hacen precioso y los japoneses lo llaman «hojas de otoño cambiando de color».
Se pone mucha atención en la armonía de los colores y entre los diferentes elementos: hay que empezar a degustar con los ojos las pocas cosas contenidas en los brillantes cuencos.
Los Alimentos Japoneses
Los alimentos no se clasifican por el lugar que ocupan en una comida, sino por el método de cocción. Por ejemplo, el “yakimono” son los oficiados a la parrilla, el “gohan” es un plato de arroz, y el “mushimono”, alimentos hervidos, el “nabemono” son los oficiados en hornillos en la mesa, (como el sukiyaki), el “agemono” son los alimentos rebozados en pasta y fritos, como el tempura, el “sashimi” es , pescado crudo en lonchas, no lleva cocción alguna.
Cualquier japonés que no guste paladear el “shasimi” crudo con “sake” tomado en pequeñísimas tazas llamadas “sahazumí”, es mirado mal. Es típico el arte de cortar el pescado con cuchillos afiladísimos y con cortes magistrales. A veces sacan delgadísimas lonchas que parecen artificiales de tan iguales que son unas a otras.
Las algas desempeñan un papel importante en la cocina japonesa y el caldo básico, “ichiban dashi”, generalmente concentrado hasta hacer un “dashi” más cómodo, se elabora con algas “kombu” (quelpo) y bonito seco y desmenuzado. El “dashi” envasado suele ser de buena calidad, como los demás productos japoneses envasados. La soja en sus distintas versiones es tan importante como la salsa de soya (shoyu), judías agrias (nomen tofu) y alubias rojas y blancas en puré (miso).
Los Mas Tradicionales
Quizá sea el “sukiyaki”, (plato nacional), el plato japonés más conocido y el más familiar y a la vez de los más apetitosos platos japoneses. Se llevan a la mesa todos los ingredientes decorativamente dispuestos en una fuente de servicio y cada uno lo pone a cocer en una olla de líquido hirviendo. En tiempos pasados este plato era oficiado en la clandestinidad por los agricultores, ya que estaba prohibido por motivos religiosos.
Son populares y gustan mucho los “gyoza”, pequeños rollitos de pasta hojaldrada rellenos de carne picada, fritos y luego condimentados con una salsa de soja a la que se agrega vinagre para que resulte picante. El “norimahí” es arroz al vinagre acompañado con huevos y pepinos y envuelto en una hoja de alga llamada “nori”.
Un plato tradicional de los más apreciados es el “o-sobu”, o sea espaguetis de trigo sarraceno con salsa a base de la infaltable soja, que en Japón es como el perejil entre nosotros; aparece en todas partes.
Muy ortodoxo es el plato “unagi”, anguila al espetón. Sin cabeza y cortada en trozos más bien largos, se pincela la anguila con una salsa de soja azucarada y se coloca sobre un lecho de arroz hervido. La anguila es en Japón tan apreciada, que en la actualidad están importando cantidades ingentes de angulas, para en piscifactorías lleguen a adultas (anguilas), y comercializar este pescado, motivo que las angulas hayan alcanzado precios prohibitivos por estas latitudes.
También existe el arroz hervido, pero en Japón se acostumbra comerlo cuando se han terminado los otros platos y no junto con éstos. Teniendo en cuenta que todo lo comen con palillos, los alimentos van cortados en trocitos (lo que da vistosidad a los platos), la cocina japonesa ha desarrollado y clasificado diferentes estilos de corte.
Para una comida principal siempre hay arroz, una sopa, verduras o un plato de encurtidos, un plato de pescado o marisco, y un plato de carne o aves, todo ello servido en pequeñas cantidades. Se presenta toda la comida de una vez, no habiendo un orden establecido para comerla. Hay pocos postres, ya que no existe una repostería típicamente japonesa, y suelen terminar la comida con fruta del tiempo. Tradicionalmente se sientan en cojines en el suelo, alrededor de una mesa baja, sentados a la tradicional manera “tatami”.
Vocabulario
Hasu giri: Corte en diagonal.
Koguchi giri: Picar en diagonal muy fino.
Sen-giri: Cortar en rodajas diagonales y luego en palitos.
Ran-giri: Es un diagonal en cuñas irregulares.
Sasagaki: Se va cortando, como si se tratase de sacar punta a un lapicero.
Mijin giri: Picado fino de raíces.
Tanzaku: Corte en rectángulos.
Mawashi giri: Corte en media.
Icho giri: Corte en cuartos.
Hangetsu giri: Cortar por la mitad longitudinalmente y luego transversalmente.
Matsuba giri: Corte en forma de hoja de pino.
Kikuka giri: Corte en forma de crisantemo.
Sakura: Corte en forma de flor.
ALGAS
Kombu: Existen al menos 12 especies diferentes de kombu, es imprescindible para el daeshi. Se considera que es la legumbre del mar.
Hijiki: Es de color negro y tiene la forma de hilos.
Arame: Parecida al hijiki, pero mas larga y fina.
Wakame: Color verde oscuro, posee una textura suave y delicada.
Nori: Crece en aguas tranquilas, por su forma es muy útil para crear fantasías.
Ingredientes
Age dofu: Tofu frito.
Alubias Aduki: Alubias pequeñas y dulces que se emplean en postres también en forma de helado (amma-natto) o de pasta (neri-an).
Daikon: Rábano muy grande, blanco y de suave sabor, se vende en tiendas especializadas, se conoce también con el nombre de mooli, puede sustituirse por nabos tempranos.
Daikon oroshi: Nabo blanco rallado.
Gomashio: Sésamo tostado con sal marina, se usa como condimento.
Katsuobushi: Es bonito seco desmenuzado, en tiendas especializadas, no tiene sustituto.
Konnyaku: Es un producto que se elabora a partir de ciertas verduras con un procedimiento muy similar al tofu.
Mirin: Es un sake dulce y suave que se emplea solo en cocina.
Miso: Es una pasta picante y salada hecha de soja fermentada, puede ser roja (Aka miso) o blanca (Shiro miso), esta es mas suave, tiendas especializadas.
Genmai miso: Miso de arroz integral.
Hatcho miso: Miso de soja.
Kome miso: Miso de arroz blanco.
Mugi miso: Miso de cebada.
Mochi: Arroz dulce japonés, es muy glutinoso y rico en glucosa.
Nari: Encurtidos de jengibre de color rosa p´lido que se sirven con el sushi o el sashimi para refrescar el paladar entre bocados.
Nori: Alga seca utilizada para envolver el sushi.
Negi: Cebolletas japonesas. Tallos más largos y gruesos y de color azul verdoso.
Sansho: Es la pimienta japonesa, se vende molida.
Shoyu: Es la salsa de soja japonesa, es mas salada que la china, una variedad japonesa es el Kikkoman. Se puede sustituir por salsa de soja china.
Shiitake: Setas deshidratadas
Shiritaki: Fideos japoneses muy finos hechos a base de feculas de algunos tubérculos, se venden en latas y en bolsas de plástico (esto ultimo en el Japón).
Shasinmi: Rodajas de pescado crudo.
Shiso: Hoja de una planta de la familia de las berenjena.
Shoga suzuke: Jengibre en vinagre.
Soba: Fideos largos y finos de trigo sarraceno.
Somen: Fideos redondos de harina de trigo.
Tamari: Salsa de soja fermentada.
Tekka: Condimento salado preparado con miso y otros ingredientes.
Tofu: Cuajada blanda a base de soja, se vende en trozos que suelen estar metidos en agua, también hay conserva de tofu, hay dos variedades que más se venden, Nomen tofu y Kinugoshi tofu..
Udon: Tallarines blancos frescos o secos.
Umeboshi: Ciruelitas en conserva de sabor agridulce.
Vinagre de arroz: Es suave y claro, tiendas especializadas.
Wakame: Alagas secas o envasadas, para sopas y ensaladas.
Wasabi: Rábano picante molido, mostaza verde etc., También se vende deshidratado en polvo, para regenerarlo se le va añadiendo agua hasta formar una pasta. No tiene sustituto.
Algunas Comidas
SHASIMI
El shasimi es tal vez una de las comidas más representativas del arte culinario japonés. Es un plato sencillo que requiere de una preparación sofisticada y cuidadosa y gran ceremonia en la mesa. El motivo de este plato es ofrecer productos del mar y río, principalmente pescado, en crudo. Su secreto esta en su presentación, su condición de frescura de todos los ingredientes. En estos dos puntos,(como en casi todo), los cocineros japoneses son intransigentes.
El pescado elegido siempre muy fresco, es limpiado y despojado de sus espinas y cortado con un cuchillo de hoja larga y fina, en menudas lonchas de unos milímetros de grosor para los pescados de carne roja (Atún, bonito), en finas lengüetas (jibia, crustáceos) o en laminillas finas como el papel para los pescados de carne blanca,(lubina, lenguado). Los trozos son colocados armoniosamente, es todo un arte, y como en todo arte la imaginación y el buen hacer del artista, determinan el resultado. Se adorna con brotes jóvenes de daikon (especie de rábano), con algas (wakame) y con laminillas de jengibre, y servidos con limón y una salsa de soja fermentada (Tamari) sazonada con mostaza (wasabi ) de rábano blanco. Se puede acompañar tofu (requesón de soja) en cubitos, udon (espaguetis gruesos) con una yema de huevo o espaguetis chinos de almidón de soja.
SUSHI.(Bocaditos de arroz y pescado crudo)
Existen infinidad de formas de servir un sushi, pero podemos distinguir dos principales; el norimaki sushi y el nigiri sushi. El sushi se sirve acompañado de un platito con tamari,(salsa soja fermentada), para mojar el bocado.
NORIMAKI SUSHI
Varias clases de pescado crudos, cortados finos y enrollados en alga nori con arroz y un punto de mostaza (wasabi). Además del pescado se puede introducir, trozos de tortilla, huevas en vinagre, kampyo (Cascara de calabacín japonés secada y cocida), daikon cocinado en tamari etc.
NIGIRI SUSHI
Mojarse las manos con agua y formar pequeñas bolas de arroz, ( algunos maestros japoneses sazonan este arroz con vinagre y lo dejan reposar), Poner encima de cada bola un punto de wasabi y tapar con un trozo de pescado. Se puede adornar con sésamo, puerros cortados (Koguchi-giri), o con una tira de nori alrededor, no olvidarse de poner un montoncito de shoga suzuke sobre una hoja de lechuga y un poco de tortilla (dashimaki tamago).
TORTILLA “DASHIMAKI TAMAGO”
Ingredientes:
1 cucharilla de vinagre por cada dos huevos
Tamari al gusto.
Como utensilio especial necesitariamos una sarten rectangular, con fondo curvo, se llama “tamagoyaki nabe”, en una sarten normal se puede hacer, pero perderemos los extremos de la tortilla.
Preparacion:
Batir huevos y tamari. Poner un poquito de aceite en la sarten, si usais una antiadherente es mejor, cuando el aceite este caliente, echais huevo batido en cantidad que cubra bien el fondo, cuando empiaza a cuajar, sin revolver, empezais por un extremo y recojeis enrollado la tortilla, os tiene que quedar en forma de cilindro.
Como este primer cilindro no será del grosor deseado, empezais otra vez y cuando el huevo batido este casi cuajada, poneis en un extremo el rollo anterior y lenrollais sobre el, asi hasta obtener el grosor deseado. Si disponemos de una esterilla de bambu, enrollaremos en la esterilla la tortilla y le pondremos un peso suave hasta que se enfrie.
Tecnica para Arroz Sushi
Preparación del arroz para Sushi
El arroz para sushi debe estar maduro y debe ser de grano corto. El arroz debe cocerse aproximandamente con el equivalente a su peso en agua, teniendo en cuenta que cuanto más fresco sea más humedad tendrá y necesitará y menos agua y al contrario. Yo te aconsejo que compres siempre la misma marca de arroz y que no te desanimes, como dicen la experiencia es la madre de la ciencia y , esta hará que al final consigas hacer un arroz estupendo. Pues vamos ya con el tema.
Lavar bien el arroz hasta que el agua salga limpia (6 lavados en media hora). Dejar que se seque y se hinche durante 1 hora.
Necesitas un recipiente cuya tapa cierre herméticamente.
Por cada taza de arroz 1 taza de agua (o 1 taza y un poquito más).
Con el recipiente abierto llevar el arroz a la ebullición a fuego medio.
Cerrar herméticamente el recipiente.
Cocer a fuego máximo durante 2 minutos.
Bajar a fuego medio y cocer 5 minutos.
Bajar el fuego al mínimo y cocer 15 minutos aproximadamente para que el arroz absorba el agua restante.
Podrás oir las diferentes etapas de cocción del arroz. Al principio, el arroz burbujea y, cuando ha absorbido toda el agua, empieza a silbar. Si quieres conseguir un buen arroz, NO retires nunca la tapa durante la cocción.
Una vez cocido, quitas la tapa, y lo cubres con un paño y dejas enfriar durante 15 minutos.
Poner el arroz en un recipiente que no sea metálico. Los japoneses utilizan el hangiri, un recipiente redondo y con fondo, de madera de cedro.
Extenderlo uniformemente con una espátula o con una cuchara de madera. los japoneses utilizan el shamoji.
Pasar la cuchara o la espátula por el arroz constantemente, como si estuvieras arando un campo, primero de izquierda a derecha y después de arriba a abajo. Esto ayuda a separar los granos de arroz.
Mientras realizas esta operación, añadir el sushizu (vinagre para shusi). a razón de 150 militros por cada 750-1000 grs. de arroz. Con cuidado de no pasarte. El arroz deberá quedar pegajoso, pero no pringoso.
Al mismo tiempo se debe abanicar el arroz, para que se enfrie, se separen los granos, y el aroz quede brillante.
A menos de que tengas 3 manos :D, te tendra que ayudar otra persona en la operacion anterior (15).
La operación de mezclar el arroz y de enfriarlo ( a partir del paso 13), te llevara unos 10 minutos aproximadamente.
Y ya tienes el arroz listo para trabajar con él. Cuando lo hagas recuerda, mojarte las manos con agua fría frecuentemente y los utensilios (cuchillos, espátulas, etc.) que utlices también. Esto es para que el arroz no se te quede pegado a las manos o a los utensilios. Si no consigues vinagre de shusi, puedes preparalo tu mismo en casa de la siguiente forma: 5 cucharadas de azúcar 5 cucharadas de vinagre y un poco más de 2 a 4 cucharaditas de sal (esta ultima cantidad es más tradicional) Calentar el vinagre y disolver el azúcar.
Jazmine Pinto
domingo, 4 de septiembre de 2011
martes, 22 de marzo de 2011
SOPAS
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Las sopas son una especialidad culinaria muy antigua, puesto que su origen está en la necesidad de ablandar con agua hirviendo los alimentos más duros que no se podían masticar en crudo. Como el agua de la cocción tomaba el sabor de los productos, muy pronto se pensó en la posibilidad de consumirla como caldo.
Las sopas son fáciles de preparar y pueden llevar multitud de ingredientes, lo que permite jugar con un amplio abanico de texturas y sabores. También suelen resultar muy económicas y siempre digestivas ya que su punto de partida, que es el caldo, aparte de ser un tesoro de aromas y sabores, lo es también de vitaminas y minerales, porque los que no se quedan en el alimento pasan al caldo, aprovechando así hasta el último nutriente.
En todas sus versiones, la sopa es un excelente primer plato. La fórmula admite todo tipo de alimentos, pero el secreto está en el caldo. Su versión más económica puede proporcionar en ocasiones mejores resultados:
- se puede utilizar pollo, pero la gallina le da más sabor y aroma, incluidos los huesos.
- también podemos usar carnes rojas o blancas, pero los huesos de vacuno y jamón aportan aún más sabor.
- en cuanto al pescado, su carne es mera guarnición, lo que realmente aporta sustancia son las partes que se desechan como la cabeza y las espinas y muchos pescados que no sirven para consumirlos;
- al hablar de las verduras no hay ninguna que se resista, pero las más humildes son las que dan más de sí como las cebollas, nabos, puerros, chirivías, zanahorias...;
- las legumbres le dan un punto de sabor incomparable.
- las legumbres le dan un punto de sabor incomparable.
Esta es una técnica fácil, pero para conseguir los mejores resultados debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Los alimentos deben ponerse a cocer en agua fría para que las sustancias pasen al líquido.
- Debemos echar la sal al principio, ya que esto facilita y acelera la salida de los jugos.
- Todos los caldos deben llevar verduras.
- Al cocer las verduras, el recipiente debe estar tapado. Se puede utilizar la olla a presión; con ella no solo se reduce el tiempo de cocción, sino que impide la pérdida de sabores y aromas, además de nutrientes.
- Hay que desespumar varias veces el caldo para eliminar las impurezas que se concentran en la superficie. Esta es una tarea básica para que el caldo tenga un sabor limpio y se aprecien bien sus ingredientes y consiste en retirar la espuma que se forma en la superficie y en los bordes.
- Para que resulte más ligero, debemos desgrasarlo, dejándolo enfriar y retirando la capa de grasa que se habrá formado en la superficie. Si no hay tiempo para dejarlo enfriar, se puede pasar una servilleta de papel doblada por la superficie del caldo caliente.
El punto del caldo de carne: para conseguir el máximo sabor al preparar un caldo con huesos, tanto de vacuno como de ave, conviene tostarlos en la cazuela en la que se vayan a hervir con un poco de aceite y una pizca de azúcar. También se potencia el sabor friendo a fuego vivo una cebolla en tiras y, una vez bien escurrida, incorporarla al puchero, consiguiendo así un tentador tono dorado.
El punto del caldo de pescado: los caldos de pescado, suelen ser siempre de cocción corta, unos 20 minutos. Se vuelven más sabrosos si se cuecen en compañía de unos granos de café y se dora la espina junto con las verduras que lo acompañan, antes de añadir el agua fría y el resto de los ingredientes.
El punto del caldo de verduras: el líquido que resulta de la cocción de verduras no es una sopa en sí, pero si una excelente base. Aprovecha los restos de la cocción de otras verduras, congélalos e incorpóralos a tus caldos de verduras, así se realzará el sabor. También se pueden usar para enriquecer guisos, arroces, pastas.
El caldo es una receta fácil de conservar en la nevera, pero lo más aconsejable es congelarlo y así tenerlo listo cuando se necesite, incluso se puede preparar más cantidad, ya que el tiempo empleado es el mismo.
Para congelar el caldo, lo primero que debemos hacer es concentrarlo: una vez colado y limpio, ponerlo a hervir hasta que se reduzca a la mitad. Después hay que dejarlo enfriar y envasarlo en recipientes de tamaño adecuado.
Para descongelarlo, es suficiente con introducirlo unos minutos en el microondas o cocerlo a fuego lento con un vaso de agua.
Casi todas las sopas aguantan bien el proceso de congelación. Antes de congelarlas, debemos enfriarlas rápidamente para poder retirarles la grasa que contengan y evitar así que se vuelvan rancias. Es posible mantenerlas en el congelador hasta 3 meses, aunque esto depende bastante de los ingredientes que lleve la receta. Las sopas que incluyan pasta o arroz no toleran la congelación ya que estos productos pierden sus cualidades rápidamente tras cocinarse.
Al descongelarlas, debemos colocar el recipiente cerrado bajo el chorro del agua caliente. A continuación, verter el contenido en una cazuela y hervirlo a fuego lento, añadiendo un vasito de agua, para restarle densidad. También es conveniente rectificar de sal. Si la receta incluye nata o huevos, debemos añadirlos justo en el momento de recalentarla.
Las sopas son mucho más que caldos ya que se completan con una buena guarnición, en ocasiones contundentes fideos, arroz, pan, huevo, legumbres, verduras y hortalizas, carne, pescados, mariscos... Son una excelente fórmula para entrar en calor, pero también son saciantes, equilibradas, energéticas y un auténtico tesoro nutricional
Conservación
El caldo es una receta fácil de conservar en la nevera, pero lo más aconsejable es congelarlo y así tenerlo listo cuando se necesite, incluso se puede preparar más cantidad, ya que el tiempo empleado es el mismo.
Para congelar el caldo, lo primero que debemos hacer es concentrarlo: una vez colado y limpio, ponerlo a hervir hasta que se reduzca a la mitad. Después hay que dejarlo enfriar y envasarlo en recipientes de tamaño adecuado.
Para descongelarlo, es suficiente con introducirlo unos minutos en el microondas o cocerlo a fuego lento con un vaso de agua.
Casi todas las sopas aguantan bien el proceso de congelación. Antes de congelarlas, debemos enfriarlas rápidamente para poder retirarles la grasa que contengan y evitar así que se vuelvan rancias. Es posible mantenerlas en el congelador hasta 3 meses, aunque esto depende bastante de los ingredientes que lleve la receta. Las sopas que incluyan pasta o arroz no toleran la congelación ya que estos productos pierden sus cualidades rápidamente tras cocinarse.
Al descongelarlas, debemos colocar el recipiente cerrado bajo el chorro del agua caliente. A continuación, verter el contenido en una cazuela y hervirlo a fuego lento, añadiendo un vasito de agua, para restarle densidad. También es conveniente rectificar de sal. Si la receta incluye nata o huevos, debemos añadirlos justo en el momento de recalentarla.
Las sopas son mucho más que caldos ya que se completan con una buena guarnición, en ocasiones contundentes fideos, arroz, pan, huevo, legumbres, verduras y hortalizas, carne, pescados, mariscos... Son una excelente fórmula para entrar en calor, pero también son saciantes, equilibradas, energéticas y un auténtico tesoro nutricional
El primer vestigio de sopa se sitúa junto al descubrimiento del fuego a finales de la era cuaternaria. Los trozos de animales, que hasta ese entonces se comían crudos, desgastaba las muelas y sobredesarrollaban las mandíbulas. Con el descubrimiento de tan vital elemento, se permitió ablandar los alimentos en agua caliente y luego beberla. Sin embargo fueron los griegos los primeros grandes aficionados a los caldos, sobre todo al famoso “caldo negro” preparado a base de sangre de animales, vinagre y hierbas. El historiador Anatole France decía que la valentía de los espartanos en el campo de batalla se debía a que preferían la muerte a consumir tal brebaje porque, en sus orígenes, la sopa fue el alimento de los pobres. A la región sur de España, donde nace el tan popular gazpacho, los romanos la llamaban “el granero de Roma”, porque ahí se proveían de variados vegetales, granos y especies para la elaboración de refinadas preparaciones. Se sabe que Nerón, aficionado al canto, tomaba todos los días un caldo con puerros caliente al que le atribuía la propiedad de proteger sus cuerdas vocales. Durante la Edad Media, cuando cae el Imperio Romano, se empobrece la cocina europea. La hambruna se palió con sopas hechas sobre la base de agua, pan y cereales. Más tarde incluyó caldos elaborados con habas, huevos, zapallo, hinojos y sobre todo arroz, el que sazonaban con canela, jengibre, azafrán y ajos.
Actualmente, por factores que combinan dieta sana, beneficios del consumo de líquido y vegetales, la sopa está de moda. En Europa y Estados Unidos abundan los restaurantes de esta especialidad y Santiago de Chile no es la excepción. “Ustedestaquí” es un bar de sopas ubicado en Santa Beatriz 135. En la carta hay más de 10 tipos de caldos diferentes. Fríos y calientes. Incluso una sopa de pera y vainilla de postre.
Como afirma Isabel Morales, nutricionista del INTA, las sopas están compuestas principalmente de agua, por lo cual son una excelente preparación para ingerirlas en períodos en que la temperatura limita el consumo de agua fría. Además, poseen un efecto de saciedad y son bajas en calorías (sus ingredientes habitualmente son cocidos o asados, pero no fritos) y poseen fuertes dosis de vitaminas y minerales.
Son caldos más o menos sustanciosos, que en ocasiones pueden ir ligados y con algún elemento como guarnición.
Presentamos tres sopas clásicas de sabores añejos y contundentes de sabor.
El pan es la base de su preparación, al igual que sucede en la sopa de ajo y de cebolla.
Estas sopas pueden incluir como guarnición: bacalao, queso, huevo, etc, y estar condimentadas con ajo, cebolla, pimentón y pimiento choricero.
Deben presentarse con un caldo sustancioso.
Al añadírsele el pan ha de tener mucha corteza y estar duro.
Estas sopas pueden incluir como guarnición: bacalao, queso, huevo, etc, y estar condimentadas con ajo, cebolla, pimentón y pimiento choricero.
Deben presentarse con un caldo sustancioso.
Al añadírsele el pan ha de tener mucha corteza y estar duro.
Sus ingredientes principales son: ajo, caldo o agua, aceite, pan, pimentón, pimiento choricero y huevo.
Para su eleboración se ponen los ajos fileteados con aceite y se doran.
Fuera del fuego se añade el pimentón, y seguido el pan.
Se rehoga todo para que el pan absorba todo el aceite.
Se añade el caldo o el agua para que el pan se empape y comience a deshacerse.
Por último, se añade el huevo y se pone a punto de sal.
Esta sopa es la más clásica y también se la concoce como sopa de ajo castellana.
Fuera del fuego se añade el pimentón, y seguido el pan.
Se rehoga todo para que el pan absorba todo el aceite.
Se añade el caldo o el agua para que el pan se empape y comience a deshacerse.
Por último, se añade el huevo y se pone a punto de sal.
Esta sopa es la más clásica y también se la concoce como sopa de ajo castellana.
Sus ingredientes son: cebolla, pan, queso rallado y un caldo o fondo blanco.
Para su preparación, el pan debe haberse cortado en rebanadas y la cebolla haberse glaseado en juliana.
En una cazuela de barro individual se pone en el fondo la cebolla y sobre ella las rebanadas de pan.
Se añade el caldo o fondo blanco y se deja hervir hasta que se empape el pan.
Por último, se espolvorea con el queso rallado y se gratina en el horno.
Los caldos de carne
Dentro de la cocina, encontramos dos formas diferentes de elaborar caldos de carne
En una cazuela de barro individual se pone en el fondo la cebolla y sobre ella las rebanadas de pan.
Se añade el caldo o fondo blanco y se deja hervir hasta que se empape el pan.
Por último, se espolvorea con el queso rallado y se gratina en el horno.
Los caldos de carne
Dentro de la cocina, encontramos dos formas diferentes de elaborar caldos de carne
A los caldos de carne se les llaman fondos, y se distingue entre fondo blanco y fondo oscuro, fundamentalmente por su color una vez elaborado. El color viene dado porque para elaborar el fondo oscuro se tuestan en el horno los huesos y las verduras utilizadas en su elaboración.
Los huesos son el elemento principal. También se puede elaborar con carcasas o desperdicios de aves, e incluso con ambas cosas a la vez.
Como elemento de condimentación llevará verduras frescas, tales como zanahorias, cebolla y lo verde del puerro, aunque el tipo de verduras puede variar, y hierbas aromáticas o especias. Como elementos de mojado suele llevar agua y vino blanco.
Como elemento de condimentación llevará verduras frescas, tales como zanahorias, cebolla y lo verde del puerro, aunque el tipo de verduras puede variar, y hierbas aromáticas o especias. Como elementos de mojado suele llevar agua y vino blanco.
Elaboración:
Primero buscaremos un recipiente adecuado para la elaboración del fondo, proporcional a la cantidad de fondo que queremos preparar y a los alimentos que queremos introducir en él. Seguidamente introduciremos el elemento principal que deberá estar limpio y en buenas condiciones, junto con los elementos de condimentación, troceados y limpios.
Para la elaboración de fondos, las verduras se cortan en trozos grandes para evitar que se deshagan.
La siguiente operación consiste en echar el elemento de mojado (agua fría y un poco de vino), ponerlo al fuego, taparlo y llevarlo a ebullición. Ese será el momento para empezar a desespumar el fondo, quitando la espuma que se forma en la superficie. Para desespumar se utiliza la espumadera y un cazo con agua. Si vemos que es un fondo que tiene muchas impurezas, añadimos agua fría para que otra vez recupere la ebullición y sigan saliendo las impurezas.
La siguiente operación será bajar el fuego y mantener una ebullición suave y constante. Se ha de mantener en ebullición el fondo de ternera, buey o vaca durante cuatro horas, y durante hora y media si es de ave.
Cuando el fondo esté elaborado, lo colamos por el chino o colocamos una estameña (trapo muy poroso y fino) si hiciera falta, para que las impurezas se queden en él.
Aplicaciones:
Los fondos blancos se usan para mojar cremas y veloutes, para mojar elaboraciones como ragouts (guisados), braseados, etc.
Como elemento de mojado da un sabor muy agradable a los arroces, salsas diversas y consomés.
Los huesos o las carcasas de las aves son el ingrediente principal, y en algunos casos se echan trozos de carne para dar más sabor.
Como elementos de condimentación, llevan verduras frescas, a veces tomate, hierbas aromáticas y especias.
Como elemento de mojado llevará agua, un fondo blanco y vino tinto, que utilizaremos para desglasar (extraer los jugos que salen de algún alimento y que se adhieren al recipiente utilizado; esto suele ocurrir en los asados y en los salteados)
Elaboración:
Introducimos los huesos al horno fuerte para que se doren; una vez dorados añadimos las verduras por encima bien troceadas y limpias dejando que se doren. Una vez dorado el conjunto, lo echamos a un recipiente que sea proporcional a la cantidad de fondo que queremos hacer.
La placa se desglasa con el vino tinto, rascamos y levantamos lo que ha quedado adherido en ella y lo echamos a los huesos. Seguido, añadimos el elemento de mojado (agua o fondo blanco frío) y lo ponemos al fuego. A medida que va cogiendo calor, lo vamos desespumando.
En caso de que uno de los ingredientes fuese carne, hay dos opciones: introducir la carne con los huesos a dorar o saltearla en una sartén aparte.
Mantendremos el fondo con un hervor suave y continuo para evitar que se enturbie.
Las siguientes aplicaciones serian las mismas que las del fondo blanco.
Caldos sabrosos
Con más color y menos grasos
Caldos sabrosos
Con más color y menos grasos
Clasificación de las sopas
Según su densidad
Las sopas se suelen clasificar tradicionalmente en dos grandes bloques, según su densidad:
- sopas claras o livianas: son las más líquidas, en las que el caldo determina el sabor. En esta categoría entran los consomés.
- sopas ligadas o cremas: en estas sopas, se trituran los ingredientes cocidos (generalmente verduras) en puré y se ligan con nata o con un roux. En las sopas llamadas veloutés, se parte de un roux que se diluye con un caldo o un fumet, y se puede añadir yema de huevo.[
Consomé
El consomé (del francés consommé, y a su vez del verbo consommer: consumir en español; significa consumido, reducido.) es un caldo concentrado elaborado con carnes o con pescado (fumet). Por regla general se sirve caliente al comienzo de la comida.
Origen
Se considera un plato típico de la cocina francesa, aunque la receta procede de España y llegó a Francia al ser robada de la biblioteca del Monasterio de Alcántara por el General Junot en 1807 durante la guerra de independencia. El nombre dado por la cocina española era de consumado.
Los franceses pudieron así comprobar que el consumado se parecía al consommé, un caldo concentrado de carne, empleado y apreciado en Francia desde hacía más de un siglo. Muestra de la buena fama de la que gozaban los consommés en el siglo XVII francés, el poema del escritor Paul Scarron (1610-1660) Chanson à manger (Canción para comer) cita al consommé diciendo que al beberlo "si el cuerpo se queda encantado, el alma lo está aún más".
La receta y usos del consommé aparecen en el libro de François Massialot El cocinero real y burgués, publicado en 1705, donde el potage consommez se hace cociendo carnes de ternera, cordero y ave, en agua aromatizada con cebolla, pastinaca (chirivía), perejil y "hierbas" (así se llamaban las verduras por sus hojas). Se cocía durante seis horas en una olla bien cerrada, y Massialot recomendaba el caldo como reconstituyente para las personas enfermas o poco robustas. Las carnes se picaban para ser comidas en un pan o para elaborar un ragoût.
El consommé figuraba también en la primera edición del diccionario de la Academia Francesa de 1694, en el que el verbo consommer tiene entre sus varias acepciones: "Consumar carne, para decir, cocer tanto la carne que casi todo el jugo, toda la sustancia esté en el caldo." La palabra consommé tiene también su propia entrada con la siguiente definición: "Caldo muy suculento de una carne extremadamente cocida. Un buen consommé, hacer un consommé, tomar un consommé, sólo vive de consommez."
En el siglo XVIII el cocinero de la Casa Real, Vincent La Chapelle, creó para la reina María Leszczynska, mujer de Luis XV de Francia, el consommé à la Reine (consumado a la reina). Y en los primeros años del siglo XIX, tanto Marie-Antoine Carême como Laguipierre, cocinero de Murat, empleaban el consommé en muchas de sus recetas del mismo modo que empleaban caldos, fondos y fumets.
Características
Técnicamente un consommé es un mirepoix al que se le ha añadido un conjunto de carnes para que concentre su sabor, bajo esta denominación existen dos tipos de consomés posibles:
- Consomé simple. Obtenido directamente del cocido (véase: tres vuelcos) al que se le añade algún fideo, o verdura cortada en juliana fina a la hora de servir en la mesa, en ningún caso cuecen estos elementos en el caldo.
- Consomé doble. En el que se ha partido de un consomé simple clarificado al que se le añaden algunos alimentos para continuar la cocción.
- Una tercera categoría podría englobar los cocidos, potajes (con legumbres) y un sinfín de sopas en las que los ingredientes se sirven en el caldo
Los consomés fríos suelen tener una textura gelatinosa (similar al Aspic) debido a la coagulación de la proteína presente en el caldo, por regla general suelen estar más concentrados en sabor que los que son servidos calientes.
Servir
El consomé se sirve al comienzo de las comidas. Se emplata en taza de consome (de doble asa) sobre el plato de consome y a su vez sobre plato trinchero. Se marca con cuchara sopera. Por regla general se puede tomar las primeras fases del líquido con cuchara quedando el final para ser bebido directamente de la taza. Al consomé caliente se le suele verter un chorro de vino de jerez para aromatizar, e incluso en algunas ocasiones una yema de huevo, no se descarta el empleo de pequeños pedazos de pan frito (Croûtons).
Fumet
El fumet pertenece a la familia de los fondos blancos (fondo básico de cocina) en concreto a los que se hacen a base de pescados y mariscos. Para su elaboración se utilizan espinas y restos de pescado (no vísceras, ya que estas amargan y enturbian el caldo) con alto contenido en gelatina. En general se utilizarán aquellos pescados y mariscos que transmitan buen sabor al caldo resultante.
Modo de elaboración
Partiendo siempre de agua fría se introducirán:
- Mirepoix de hortalizas ( zanahoria, cebolla y puerro cortado en trozos pequeños)
- Restos de pescados y mariscos (espinas, recortes, etc.; no utilizar vísceras).
Se lleva al conjunto a ebullición y una vez allí se mantendrá durante 20 o 25 min (nunca más allá de media hora), y durante el proceso de cocción se debe desespumar (eliminar la espuma que se forma en la parte superior de la olla o marmita) y desengrasar (retirar el velo que se forma de grasa) consiguiendo que al final de la elaboración el caldo quede lo más limpio y claro posible. Al finalizar pasar el conjunto por un colador chino o estameña.
Una vez terminado el proceso de cocción ya esta listo para mojar otros preparados y sí por el contrario necesitamos conservarlo, entonces deberemos enfriarlo lo más rápido posible ( en abatidor de temperatura o sumergiendo el recipiente en pila de agua corriente) y guardar en cámara frigorífica. Debido a que es una cocción relativamente corta es interesante cortar las hortalizas lo más pequeñas posible ya que así obtendremos mejor las sustancias que estas puedan aportar.
En algunas ocasiones también se les añade un atadillo de hierbas aromaticas bouquet garni para aportar mejor sabor e incluso vino blanco (siempre al principio de la cocción). En este último caso se denomina "fumet largo" , en caso contrario se le denomina "fumet corto" o simplemente "fumet".
Es importante reseñar que después de conservado en cámara, si necesitamos utilizarlo, deberemos 'levantarlo' (llevar a ebullición) durante unos minutos para comprobar su buen estado.
Potaje
El potaje es un plato a base de verduras y legumbres cocidas en abundante agua. Las variantes de este plato son innumerables y dependen fundamentalmente de las variedades alimenticias,y la disponibilidad regionales de los alimentos. Esta variedad hace que la palabra potaje aparezca en los menús acompañada de las preposiciones "con" o de, y de esta forma las variantes se denominan, por ejemplo: potaje con/de acelgas; potaje con cebollas, etc.
Las cremas, además de los ingredientes base (licuados o procesados) que varían en cada preparación, tienen en común la inclusión de algún elemento espesante (crema, leche evaporada –si prefieren algo más liviano- o maicena); si son de verduras, puede añadirse caldo de ave para darle algo más de sabor, y para mejorar la presentación, las opciones son variadas: crutones, queso rallado, perejil o ciboulette picado, e incluso decorados con crema de leche o cremas de un color contrastante, en forma de puntitos, zig-zag o hasta corazones... también se le puede agregar una pizca de finas hierbas secas, o para los más valientes (Hans se incluye), adicionar la punta de un cuchillo con un buen merkén...
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